jueves, 28 de enero de 2010

HACIA UNA FILOSOFÍA DE LOS NEGOCIOS

Titulo de la actividad: Hablemos de filosofía empresarial.
Objetivo: Identificar el panorama de México con respecto al exterior.
Actividades: Leer el Texto.
Producto: Elabora una idea de una cuartilla sobre la cual consideres que desde tu perspectiva y como administrador puedes promover la innovación operacional y/o técnica.
Fecha de entrega: Martes 2 de Febrero.

Hablemos de filosofía empresarial

Experto en filosofía de negocios advierte que estaremos en serios problemas mientras no cambie la visión de las empresas mexicanas, no se invierta en ciencia y la educación no se enfoque a la generación de conocimiento propio en México
¿Por qué aparecen y desaparecen países y qué es lo que hace cambiar a éstos y a sus economías? Responder esta pregunta le llevó a Juan Enríquez, presidente y CEO de Biotechonomy, diez años de su vida: "Descubrí que las naciones exitosas no son las más grandes y poderosas, ni las que sobreviven, sino las que se adaptan. No es la política la que hace al ser humano, sino su habilidad de adaptarse al mundo a partir de la ciencia".
El filósofo de negocios expuso en entrevista que mientras en México el promedio de crecimiento anual ha sido de .24% desde 1976, a pesar de que algunos de sus presidentes han abierto mercados y tenido relativos éxitos, China, con una economía cerrada, un sistema comunista y una planeación de Estado, es hoy uno de los países que registra mayor crecimiento en Asia.
"Hay países que son un desastre", agrega el maestro en Administración de Empresas por la Universidad de Harvard. "Algunos de los menos exitosos son los latinoamericanos y curiosamente han sido gobernados por gente que tiene doctorados en economía, ¿por qué esto no ocurre en las naciones asiáticas?, porque ellas ya no se basan más en la agricultura, ahora generan economía con conocimientos y las que no lo hagan así se volverán cada vez más insignificantes", asegura.
México produce vacas, trigo, maíz, plata y petróleo pero, en términos reales, pocos conocimientos, en cambio empresas como YouTube, Google y Microsoft han generado la mayor riqueza del planeta en poco tiempo; afirma Enríquez: "Hay el mismo número de firmas en la bolsa mexicana de valores que las que había en 1985, lo mismo que en Brasil y Argentina. Al no haber más firmas no hay más empleos, no mejoran los salarios, no sube el valor de los bienes raíces".
El fundador del área de Ciencias de la Vida, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, dice que en este país hay empresarios que son muy buenos "pero siguen viviendo de producir cemento, refrescos, tabaco, vidrio, y de defender monopolios y concesiones gubernamentales, esa no es una economía sana".
La tecnología digital y las ciencias de la vida están cambiando las economías del mundo, asevera el llamado gurú de la genómica: El negocio de la química, los textiles, la comida, la medicina, la farmacéutica, la energética, el cómputo, se han transformado y hoy es muy difícil encontrar un área que no tenga que ver con cambiar la manera en que se vive.
Enríquez pone los ejemplos de Dupont, que ya no fabricará productos de petróleo, sino que desarrolla otros nuevos a partir de bacterias que crean materiales biodegradables, o las semillas que están siendo modificadas genéticamente para ser resistentes a climas extremos, pronto habrá alimentos diseñados para concentrar químicos que ayudan a combatir el cáncer, etcétera.
"Desafortunadamente, en México se entiende a la educación sólo como un derecho y no como una cuestión de seguridad nacional y supervivencia del país, lo que nos permite usarla como instrumento político y no como una herramienta de crecimiento", afirma el teórico quien también fuera miembro de la Comisión por la Paz para negociar el cese al fuego en la rebelión zapatista en Chiapas.
"Nuestros estudiantes se van a carreras como arquitectura, comunicación, leyes, arte, música, poesía y administración, con las que les podrá ir bien individualmente pero de eso es muy difícil generar compañías de mil millones de dólares", señala Enríquez y denuncia que en México no se le pone la debida atención a la educación.
"Todos los políticos ofrecen hacerlo pero también hay que medir los resultados y ver cómo compite un joven de aquí con uno de Singapur o Corea, ellos sí se dedicaron a la educación y a nosotros se nos pasó el tiempo".
Enríquez pone como ejemplos de las grandes y rápidas trasformaciones, el caso la empresa Skype, que provee llamadas por Internet y que tiró el mercado de larga distancia que había durado cientos de años, o el de HP, para la que la mitad de sus ventas proviene de tecnologías que tienen menos de dos años de creadas: "Antes una empresa podía durar 500 años, hoy si acaso llegan a los 13 años, hasta Microsoft, que en los setenta era la más poderosa, se hará obsoleta".
Cuestionado sobre la manera de hacer que en México los niños se interesen en la ciencia, el teórico de negocios invirtió la pregunta:
"¿Cómo es posible que dejemos que se desinteresen de ella? A ellos les gusta hacer experimentos, nuevas cosas, ver planetas, ver cómo explotan dos elementos, por eso quizá somos la especie que más aprende, pero somos expertos en hacer que la juventud se aparte de esa aventura".
Para fomentar ese interés, Juan Enríquez participó en la creación del Papalote Museo del Niño y en el desarrollo de Santa Fe como un centro tecnológico. El experto en administración dice que no puede cambiar él solo todas las escuelas del país, sin embargo, sí puede asesorar a al menos 16 países del mundo como lo hace actualmente, para ayudarles a desarrollar sus economías.
El ex profesor de la Universidad de Harvard ya contribuye con su grano de arena en la conformación del futuro: La empresa que dirige (Biotechonomy) provee fondos a compañías que hacen desarrollos en ciencias de la vida que pueden ser rentables, como una que creó una máquina que mantiene vivos los corazones mientras se transplantan, lo que aumenta la posibilidad de salvar vidas, u otra que inventó nanoprobetas para poder hacer millones de pruebas genéticas en una sola tarde. Su objetivo es lanzar entre 12 y 16 nuevas empresas en los próximos dos años.